Rodeada de sierras y enclavada en un pequeño valle formado por el río Ibor y los arroyos Fresnedoso y Torneros se localiza el pueblo de Fresnedoso de Ibor.
Su orografía la forman valles de buena calidad y sierras con topografía agreste de las que destacan las sierras de Torneros, Gallega o Pimpollar, con una vegetación autóctona marcada por la presencia del bosque mediterráneo, con encinas y alcornoques junto a especies de matorral como la jara o la aulaga.
En cuanto a los orígenes del pueblo tenemos que remontarnos a la prehistoria para localizar sus primeros elementos históricos. Su antigüedad es notoria, pues las primeras manifestaciones de la presencia humana en la zona datan del Neolítico, cuyas evidencias se componen de hachas y piedras de rayo. De la Edad de Bronce destacamos el dolmen de El Gambete o Los Tres Mojones, que separa los términos municipales de Castañar de Ibor, Bohonal de Ibor y Peraleda de San Román.
Los primeros documentos escritos de la población se localizan gracias al testamento que realizó Alfonso Fernández del Bote. De él sabemos que en 1329 esta villa formaba parte del mayorazgo de Belvís, por lo que su decurso histórico corrió parejo a esta casa, incorporándose, con el tiempo, en virtud de particiones y herencias, al señorío de Deleitosa.
Actualmente su actividad económica es la agricultura y la ganadería, mientras que sus características orográficas hacen que el terreno se considere desde la antigüedad como el reino de las cabras.